domingo, 27 de enero de 2008

¡Se nos cae el cielo, se nos cae el cielo!

Sin duda, uno de los retos principales del inversor y empresario es lograr no caer en las garras del cinismo. Porque siempre hay quien se empeña en asustarnos con todo lo que pudiera o pudiese salir mal en el futuro en nuestras inversiones y negocios, ante eso, se requiere mucha serenidad para conseguir abstraerse de tanto ruido y poder evaluar con claridad la situación planteada.

Lo primero que debemos hacer es identificar a cínicos lejanos y cercanos.

Los lejanos son aquellos a los que les solemos dar crédito experto, son los que hablan de la economía usando una jerga técnica liosa que además intercalan con giros "aclaratorios" en inglés. Son aquellos que han convertido "Un aterrizaje suave de la construcción", a dos semanas en "Recesión en este 2008, remontando en el cuarto trimestre" y que ahora auguran "Crisis internacional para los próximos 8 o 10 años" ¿No lo ha escuchado usted?

No se deje impresionar, los expertos en pitonisería económica no pueden hacer predicciones fiables a largo plazo. Verá, si nos fuéramos 10 años atrás… ¿Quién imaginaba como sería la economía mundial hoy? Piénselo, creo que en aquel moento no acertó ninguno. A ninguno se le ocurrió que en los aeropuertos nos iban a dejar practicamente en calzoncillos. Entre otras cosas porque han pasado tantos cambios sociales, técnicos, sucesos y variables, importantes para la economía y difícilmente predecibles que ¿Quién puede saber? Hemos burbujas del nuevo mesias ".com" Un recorte de libertades aprovechando el 11S y la guerra de Irak o la adjudicación de las olimpiadas a China…¿Quién sabe si en los próximos 10 años no se inventará Hipernet o la vacuna a la bobería?

Los cínicos cercanos son igual de peligrosos pero encima les tenemos que razonar, porque normalmente son seres recíprocamente queridos. Tal vez un familiar, un amigo o un socio nos muestra con todo el cariño escenarios asoladores. ¡Que se cae el cielo, que se cae el cielo!

Todo eso es ruido, que no le despiste, "el futuro es aquel país desconocido".

La propia percepción de su realidad vale lo que pueda creer. Calcule usted mismo su futuro y es bastante probable que sea así. Y cuando escuche a un cínico, piense en como puede usar a su favor la información que le brinda y de no encontrar utilidad alguna, ni caso.

Por ejemplo, ¿Quién dijo que una recesión es necesariamente mala? Recuerde que cuando alguien pierde ineludiblemente alguien gana. Cuando el miedo es generalizado es el momento en que los mejores aprovechan para ir de compras. Por ejemplo ¿Recesión en Estados Unidos? ¿Que le vamos a hacer? ¿Comprar dólares? ¿Estados Unidos tiene potencial valor fundamental para no estar permanemente en recesión e igualar al Euro?

Si usted es empresario céntrese en conocer los números de su negocio, detecte y use el temor de sus proveedores y acreedores en sus legítimas negociaciones. Venda estabilidad y calma que es lo que compran sus clientes en tiempos de crisis y verá como le va bien. ¿Le parece a usted que en general se seguirán llenando guachinches y restaurantes en fin de semana? ¿Cree que no se va a ir la gente de vacaciones en verano? ¿Le parece a usted que vamos a ir a diez años atrás en lo económico? ¿Objetivamente cree usted que se dejará de construir?

Por último, escapar al cinismo con sordera selectiva es lo suelen hacer los esquimales. Tampoco se deje eclipsar por los artificios de la bolsa, hace tiempo que el oso y el toro no luchan por el precio sino que flirtean y se lo pasan bomba.

¿Realmente cree usted que a partir de ahora todo irá a peor?

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