miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ultraperiférico es un estado mental.

Creo que tiene muy poco de honroso que nos llamen “Ultraperifericos”, me parece algo parecido a una ofensa. Además falsamente, miro y remiro el mapamundi y... solo puedo ver a las islas Canarias geográficamente situadas en una posición central entre los grandes bloques continentales, que mayoritariamente se concentran en el hemisferio norte.

Hace un tiempo, hubo el empeño en decirle al hombre del tiempo que se equivocaba, que no coloque más a Canarias en el mediterráneo, porque en realidad las islas están bastante más al sur de Ceuta y Melilla. No en una esquinita de Europa sino en la Macaronesia, en
la placa tectónica Africana, no en la Euro-Asiática.

Es la Unión Europea quien nos nombra así, colocándose de esa manera en el centro de nuestro universo. Lo aceptamos especialmente porque año tras año lloramos victimístamente subvenciones para combatir nuestra ultraperificidad asumida. La UE en su magnanimidad decide si este año toca, el que viene ya veremos. Olvidándonos de, que vivir de subvenciones no es sano para ninguna economía organizada, menos occidental. Sabiendo que quien paga algo está comprando.

¿Qué debemos hacer? En mi opinión, lo primero es sentárnos correctamente y evitar la etiqueta . Luego nos podemos quitar las
anteojeras económicas y añadir a nuestro repertorio comercial el resto mundo, en especial el continente que nos contiene, África, y América en el otro lado del cruce.

Debemos observar que con la balanza de pagos monopolizada en un solo cliente grande, Europa, seguirá siendo deficitaria para nosotros por siempre jamás. Además, con un riesgo muy poco diversificado, puesto que cuando haya crisis en Europa y digamos que la bonanza no es eterna, menos limosnas ¿para quien? Para los ultraalejados.

En definitiva, el hombre del tiempo no debería saber más de nuestra situación geográfica que nosotros mismos. Deberíamos superar carencias educativas con respecto a eso, puesto que no es normal que del tirón la mayoría de nosotros podamos enumerar con detalles países, ciudades, barrios, calles, plazas y señores con bigote de la península y de Europa y ni siquiera podamos situar a bulto países, regiones o capitales del continente.

Nuestro propio miedo y autoengaño a ser considerados africanos nos deja en una situación de DEBE continuo con la unión. No tiene por qué ser así, podemos generar un HABER mayor como el que demostramos
con el referente turístico, en el cruce de intereses mundiales. Aprovechando las enormes posibilidades del privilegiado enclave geográfico y climático CENTRAL que mantenemos.

Nos gusta el estado del bienestar de Europa y lógicamente, deseamos seguir viviendo en ese modelo, pero ¿Es incompatible una forma de vivir, con que podamos abrir los ojos a nuestros intereses comerciales en el resto del mundo? ¿Verdad que no?

Por ejemplo, los turistas pueden seguir siendo ingleses y alemanes, pero a lo mejor es hasta mejor si sumamos canadienses, estado unidenses o sudafricanos, total en la actualidad ya van a Hawaii que les pilla bastante más lejos.

Obviamente en la producción tampoco no salen los números si de lo que hablamos es de traer las materias primas de la península, tratar de producir masivamente y volver a enviar a la península es complicado, porque la pregunta lógica que sigue es... ¿Para qué enviar a producir a Tenerife?

La cosa cambia competitivamente bastante si por ejemplo, compramos el algodón de Brasil, los botones en Argelia, producimos, hacemos moda y aprovechando nuestra inmejorable situación geográfica y la distribuimos por el mundo.

Digamos que, de España, Colón salió a encontrar América del puerto del Hierro no del de Palos, por algo sería.
Un saludo

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