martes, 16 de octubre de 2007

Política de precios

Antes de escibir esta entrada, quería agradecer honestamente todos los mensajes de ánimo y soporte con mi blog que he recibido por todos los medios.

Precios... bueno si todo lo demás está bien pero el precio está mal situado, un proyecto o producto no acaba de funcionar. El precio no debe fijarse por el margen comercial, sino por la situación del mercado.

EL PRECIO DE VENTA DE UN PRODUCTO, NORMALMENTE NO TIENE NADA QUE VER CON EL PRECIO DE COSTE SINO CON EL MERCADO

Lo de compro a un precio, tal, le cargo cual y lo vendo no funciona. Fijar un buen precio debe basarse en la técnica de la cebolla, que consiste en estimar el mercado y la orquilla de precio que está dispuesto a pagar el mercado al que nos dirigimos por un producto o servicio equivalente, abstrayéndonos del coste hasta una vez realizada la venta. Luego elegir de aquellos productos o servicios con mayor gama de beneficios nuestro negocio.

Con un ejemplo, tenemos un puesto en el mercado y hemos comprado lechugas a 50 céntimos la unidad. Por la obsoleta regla del margen, le cargamos "como siempre" un 30% de más y ahora las quiero vender a 0,65Euros. Pero no vendemos ni una, no sabemos por qué. Analizando la situación reparamos que en el puesto de al lado la competencia las está vendiendo a 50Céntimos ¿Qué hacemos? Podemos tratar de seguir vendiendo al margen y coleccionar lechugas, tratando de no botarlas un valor añadido, como una sonrisa o una marca, o reajustar nuestro precio a 0,48, antes de que las lechugas se nos estropeen y al menos recuperar lo que se pueda del dinero invertido... para invertir en tomates.

Con el ejemplo contrario, no sé cuanto cuesta fabricar un Ferrari pero si se situara en una escala de precio de venta más barato, pongamos similar a un vehiculo de gama alta de Citroen, creo que no aumentarían significativamente el número de ventas, a lo mejor no vendian ni uno. La razón sería la perdida de posicionamiento del precio que estamos dispuestos a pagar por la marca. Puesto que no compramos un coche, sino un prestigio. Lo cierto es que son bastante incómodos y solo tienen dos asientos. En esas condiciones, las personas que ahora mismo compran ese coche, perderían el interés.
Un saludo

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